Por: Phillip Pini, Director de Ventas Residenciales en el Reino Unido de Crestron

Hay una obviedad que todo integrador y distribuidor debe tener presente: Una casa no es un hogar sin un sistema de iluminación adecuado. Dado el estado de la tecnología de iluminación -desde LEDs sintonizables que siguen ritmos biocéntricos hasta luminarias que pueden trazar el arco de una escalera curva-, las oportunidades que este sector presenta para los integradores tecnológicos han crecido exponencialmente.

Además de su fuerza como segmento, la iluminación también tiene un tremendo potencial como punto de entrada; un iniciador de conversaciones. Reconozcámoslo: la integración tecnológica ha cambiado. Desde la perspectiva de Crestron, nuestros distribuidores no son puramente profesionales de AV como tales, sino que tenemos maravillosos socios que son especialistas en sistemas de gestión de edificios, en diseño de iluminación y persianas, e incluso algunos con el impulso y la capacidad de diseñar sus propias luminarias para los clientes. Esto no quiere decir que el maravilloso elemento audiovisual haya desaparecido, sino que se ha convertido en una opción más de un mercado en constante expansión.

Una conversación con un propietario que incluya la iluminación puede llevar a un mundo de otras opciones en el proceso de descubrimiento. Un ejemplo: De nada sirve tener un maravilloso mueble con una televisión que desaparece detrás de un cuadro si la obra de arte no está iluminada adecuadamente. A la inversa, ¿cómo se comporta la luz de la habitación cuando la pantalla aparece para el espectador? Todas estas cosas están interrelacionadas.

El factor circadiano

El salto más obvio de la iluminación a otras tecnologías -especialmente las automatizadas- es la discusión en torno a las persianas. Hay una falsa dicotomía en este punto, ya que la luz se suele enmarcar como "artificial o natural". Cuando las persianas funcionan en conjunto con una solución de iluminación, los beneficios van más allá de la iluminación: En realidad, uno está reduciendo su huella de carbono con el simple hecho de colocar un pequeño trozo de material delante de una ventana. No importa cuántas hojas de vidrio haya en esa ventana o qué gas haya entre los cristales, las persianas adecuadas contribuyen en gran medida a mantener el frío fuera y el calor dentro. Y todo esto, por supuesto, abre una conversación sobre la climatización.

La luz natural proporciona algo que la luz ambiental interior imita ahora con bastante eficacia: una iluminación biocéntrica que se ajusta a los ritmos circadianos, el ciclo natural de sueño y vigilia que se activa con la presencia (o ausencia) de luz solar. Pero más allá de eso, un integrador que conozca bien el impacto visual que la luz puede tener en una tarea determinada tiene una ventaja sobre la competencia: mientras se cocina, por ejemplo, uno puede querer una luz a una temperatura de quizás 4000 Kelvin, pero 2000 durante la comida. Esa luz marcará una enorme diferencia en el aspecto de la comida en el plato.

Llevar el exterior al interior

Mientras nos centramos en la iluminación interior y sus avances, la iluminación exterior sigue siendo un sector sin explotar: no es sólo para las grandes casas de lujo con luces en la puerta; se trata de llevar el exterior al interior, y viceversa.

Un ejemplo personal: hemos colocado unas pequeñas y suaves luces que iluminan el jardín justo detrás de nuestra casa. Se encienden cada noche al atardecer y se apagan más tarde. Abrimos las puertas y esa luz se filtra en la casa; y al mismo tiempo esas luces convierten ese jardín en un espacio nocturno utilizable. Además, la iluminación exterior es también un elemento de seguridad tremendo para una casa de cualquier presupuesto o tamaño.

Los aspectos de la integración -y la automatización- de las soluciones de iluminación se basan en el mismo conjunto de conocimientos sobre control y conectividad con el que ya está familiarizado un distribuidor. Pero con sólo un poco más de investigación, un poco de búsqueda en Internet, familiarizarse con los términos adecuados, o incluso comprometerse con un diseñador de iluminación (y tomar un curso si ese diseñador ofrece uno) abrirá nuevas vías para la conversación - y el descubrimiento - con sus clientes.

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