Es importante considerar cómo deberían ser las oficinas antes de repoblarlas. Aunque se ha escrito mucho sobre cómo el lugar de trabajo físico ha muerto, estos obituarios para la oficina no se dan cuenta de que hay otro camino. En lugar de acabar con la oficina o mantenerla igual, las empresas deberían considerar la posibilidad de rediseñar sus espacios de trabajo físicos en función de lo que funcione mejor, ahora y en el futuro.
Autor: Andrew Gross, Director de Ventas, UC Enterprise, Crestron Electronics. Texto original publicado en el blog de Crestron
Como era de esperar, el trabajo a distancia para todos ha demostrado ser perjudicial para la colaboración y la generación e ideas. La falta de conexión resultante del trabajo a distancia prolongado, tal y como demuestra un estudio reciente de Databricks, ha tenido efectos secundarios en la eficiencia, la productividad y la rentabilidad, según la investigación de Forbes y Salesforce. Abordar estos puntos débiles haciendo que todo el mundo regrese es, sin duda, una cuestión de primer orden para los responsables de la toma de decisiones de las empresas.
En una sesión de conferencia virtual moderada por la CNBC el pasado otoño, se citó a Jamie Dimon, consejero delegado de JPMorgan Chase & Co, diciendo: "No conozco el futuro mejor que nadie. Creo que volver a trabajar es algo bueno. Creo que trabajar desde casa tiene sus inconvenientes... Hemos visto que la productividad ha bajado en ciertos trabajos y que la alienación ha subido en ciertas cosas. Así que queremos volver al trabajo de forma segura". Dimon resumió lo que muchos han estado pensando: la oficina no puede estar muerta porque funciona y a la gente le gusta. Pero, ¿qué es específicamente lo que funciona en la oficina y qué es lo que más les gusta a los empleados? Si nos fiamos de su palabra, la respuesta es, tal vez sin sorpresa, la conectividad.
Volver al trabajo
Volver a llevar a todo el mundo a la antigua oficina ayudará a aliviar algunas preocupaciones de conectividad, pero ese enfoque sigue dando por sentada la verdadera conexión porque la trata como un subproducto secundario del lugar de trabajo físico, en lugar de la prioridad principal que los empleados consideran. Con la vacuna COVID-19 en distribución y, por tanto, con los trabajadores de vuelta, las empresas tienen la oportunidad de reimaginar su lugar de trabajo en torno a la colaboración y no al trabajo de escritorio aislado. Para ello será necesario un enfoque matizado que requiera el apoyo de una amplia gama de productos tecnológicos.
Las empresas deben pensar en cómo proporcionar a sus empleados un entorno seguro y tecnológicamente avanzado para que puedan empezar a hacer "más con más", sea donde sea. El lugar de trabajo híbrido será el lugar de trabajo de facto del futuro. Dicho esto, para garantizar el éxito a largo plazo, las empresas deben hacer algo más que enviar a algunos empleados a la oficina mientras otros siguen trabajando a distancia. La solución adecuada requiere más tacto. Las oficinas físicas merecen una tecnología novedosa y unas características de infraestructura que puedan apoyar realmente a los equipos híbridos, facilitar la colaboración y ser un catalizador de la innovación. La portabilidad, la flexibilidad, la facilidad de uso, la compatibilidad integrada con todo un ecosistema de software de comunicaciones unificadas, la compatibilidad con la nube, las herramientas de comunicación y colaboración basadas en datos y la seguridad son componentes fundamentales del nuevo lugar de trabajo rediseñado. 
Obviamente, la seguridad también es importante. Los sistemas tecnológicos, como la señalización de los horarios de las habitaciones o los dispositivos de control en las mismas, pueden aprovecharse para comunicar las medidas de seguridad y reforzar los protocolos. Los paneles de programación pueden mostrar el estado de ocupación de una habitación, y las nuevas soluciones en la nube permiten a los directores de informática y de tecnología desplegar, gestionar, supervisar y medir a distancia el uso de los dispositivos y el espacio de la habitación a través de la nube. Estas soluciones también pueden hacer más visibles las medidas de seguridad y sanidad, lo que permite disipar la preocupación por la responsabilidad y garantizar el cumplimiento de las políticas adecuadas.
Conclusión
Al contrario de lo que puede haber leído, la oficina no está "muerta", simplemente merece una reevaluación y reorientación tras años de estancamiento. Sigue siendo absolutamente necesario que las oficinas físicas reúnan a las personas y apoyen la productividad; tanto los empresarios como los empleados lo han expresado clara y colectivamente. El objetivo de las organizaciones debería ser crear una experiencia tecnológica cohesiva, desde la oficina hasta el hogar, que mantenga alineados a equipos dispares al tiempo que apoye la cultura de la empresa. Ese es el tipo de lugar de trabajo al que los empleados querrán volver.
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